lunes, 22 de febrero de 2010

los cuatro fantasticos

Adaptación de cómic habemus. Secuela de la adaptación al cine de las primeras andanzas de los personajes creados por Stan Lee y Jack Kirby en 1961 por la naciente Marvel Comics, LOS CUATRO FANTÁSTICOS, estrenada en 2005, LOS CUATRO FANTÁSTICOS Y SILVER SURFER (horrorosa traducción de FANTASTIC FOUR: RISE OF THE SILVER SURFER...) adaptaba lo que se considera un plato fuerte, no sólo de la colección, sino del mundillo de los cómics de superhéroes en general: la saga de GALÁCTUS. En dicha saga se nos presentaba a Silver Surfer (aunque me gusta más el nombre que se le ha dado aquí, y el cual usaré para referirme al personaje en mi final, Estela Plateada...), heraldo de Galáctus, que anunciaba la llegada inminente de su amo, dispuesto a comerse el mundo... literalmente. Sobrepasados por tamaña amenaza, los 4F pudieron librarse del Devorador de Mundos gracias a la ayuda de un redimido Estela Plateada y a un personaje que hacía su debut, El Vigilante. El final que os propongo es...

¿Y SI ESTELA PLATEADA NO HUBIERA VENCIDO A GALÁCTUS?

Tokio. Ciudad de mapas de sonidos intensos, de luces de neón y lolitas nocturnas aficionadas a carreras a todo gas, se ha convertido en un cementerio: Los 4 Fantásticos recuperan la consciencia en las ruinas de unas de las calles comerciales, pero no están sólos, ya con ellos yace inconsciente Victor Von Muerte, más conocido y temido bajo el apodo o sobrenombre de"Doctor Muerte". Reed, Johnny y Ben se levantan... pero Sue no: La maniobra para descargar a Muerte de los poderes de Estela Plateada, heraldo de Galáctus, fue demasiado para ella.

-¡Sue, dime algo!

Reed Richards hace lo necesario para tratar de reanimar a su prometida, la mujer con la que quería haberse casado hace una semana... hasta que llegó Estela Plateada: El alienígena anunció que pasados siete días, su amo llegaría para absorber su energía biosférica, y viendo el cielo sin estrellas, parece que Galáctus... ha llegado. Estela Plateada observa cómo Reed lucha por revivir a Sue, y se acerca:

-Los terrícolas sois fascinantes. No dáis nada por perdido ni os rendís pese a tenerlo todo en contra. Permíteme usar el poder para dar lo que a otros he negado por servir a mi amo.

La mano de Norrin Radd, su nombre real, comienza a brillar por su poder cósmico y la pasa por el rostro inerte de Sue Storm, que tras recibir la descarga... vuelve a respirar.

-Mi amo ha llegado. Trataré de detenerlo aunque me cueste la existencia.

Estela vuela hacia donde su amo se haya situado, un ser poderoso: las brumas se disipan mostrando una gigantésca y sombría silueta de una entidad vestida con casco, y ojos luminiscentes que demuestran poder más allá de lo conocido. El heraldo se sitúa frente a su rostro para hablar con su amo, cuyo brillo en sus ojos es más creciente.

-Poderoso Galáctus, no consumas éste planeta. Sus habitantes y su empatía me han hecho ver que no merece ser devorado.

Los ojos del Devorador de Mundos brillan a su máxima intensidad, golpeando a Estela Plateada y haciéndole caer de su tabla.

-¡Tengo hambre, heraldo! Tú me has traido hasta éste planeta, y éste planeta consumiré, si así fuera, contigo también si te opones. Esa es la voluntad de Galáctus.

Estela Plateada cae cerca de los 4F, que miran cuan alto y poderoso es Galáctus.

-Parece uno de esos colosos de videojuego aquel que tengo, ese al que había que cargárselos con arco y flechas.

-Esto no es un videojuego,"cerilla", ésto es real.

-Debe de haber una forma de detenerlo, algo que...

-La hay, Reed Richards.

Todos se giran para buscar a la persona que ha dicho eso, y ven a un ser muy alto, de gran cabeza y vestido con túnicas de colores azul y blanco, con un broche dorado con extraños simbolos, y ojos brillantes.

-Soy el Vigilante. Llevo eones observando vuestro planeta desde mi morada en el lado oculto de la Luna. Vuestro planeta se ha visto envuelto en una maravillosa era de prodigios, seres como vosotros dotados de grandes poderes y grandes responsabilidades.

-Dijiste que hay una manera de derrotar a ese Galáctus. Dínosla.

-Sé que con ésto rompo mi juramento de no interferir en vuestros asuntos, pero tengo el arma definitiva, un arma que le hace tener miedo hasta al más poderoso de los titanes. Ten el Nulificador Supremo, un arma poderosa que se activa si la fuerza de voluntad del que la usa es fuerte, siendo capaz de erradicar el Universo entero. Debo irme, pues mi castigo por tamaño quebranto me espera.

El Vigilante desaparece y Johnny Storm tiene en sus manos un extraño objeto ni sólido ni líquido, y que no parece un arma en si misma, el Nulificador Supremo.

-Johnny, se que lo que te voy a pedir es demasiado, pero... sálvanos. Hazlo por Sue, por Ben, por todos.

-Dale caña de mi parte a ese jarrón galáctico... o no tendrás una adorable Cosa de ojos azules a la debes 40"pavos".

-Se acaba el mundo y té pensando en 40"pavos"que te debo.

Después de responder a Ben, Johnny entorna un"¡Llamas a mí!"que le hace envolverse como la Antorcha Humana que es, volando con lágrimas en los ojos que se evaporan al contácto con sus candentes mejillas, llevando el Nulificador Supremo consigo. Los ojos de Galáctus siguen brillando a gran nivel cuando Johhny se pone frente a él, blandiendo el artefácto entregado por ese ser llamado Vigilante.

-¿Puedes verlo? Más vale que sepas lo que es, y que sepas que si sigues pensando en devorar mi planeta, tengo intención de activarlo, aunque yo y todos mis seres queridos, incluyendo mi hermana, muramos. ¡Al carajo el universo entero si con ello desapareces, vampiro espacial!

El brillo de los ojos del Devorador de Mundos se mantiene... hasta que vuelven a su intensidad normal.

-Para ser alguien temerario e irresponsable... dices la verdad. Reconozco el arma que blandes, pues hubo un tiempo en el que formaba parte de mi arsenal hace milenios. Me retiraré de la Tierra, pero volveré. Quien sabe si con un nuevo heraldo, pero volveré, y tened por seguro que nada os salvara de mi, de Galáctus. A Estela Plateada le conmino a permanecer aquí, sin ser capaz de salir para siempre de éste planeta, pero decirle que su planeta, Zenn-La, seguirá sin ser devorado... de momento.

-Asumo mi pena, poderoso Galáctus, la cual pienso cumplir. No importa cuando vuelvas a la Tierra, pues me tendrán a mí como baluarte defensor.

-Que así sea.

Una explosión cegadora puede verse en todo el mundo... y el cielo de Tokio o de cualquier lugar del mundo comienza a volverse a ver con estrellas. Sue despierta y observa junto a ella a un exultante Reed, contento por que Sue dejó de estar inconsciente, y por que Johnny pudo con Galáctus.

-¿He... hemos ganado?

-Lo hemos conseguido. Con ayuda, pero lo conseguimos.

-Reed... tenía... tenía... miedo, pero contigo... ya no.

-Sue, yo tengo algo para tí: ¿Quieres casarte conmigo?

Reed estira uno de sus brazos para coger de un bolsillo de su bota derecha una cajita con un anillo, la cual abre ante Sue, la cual dice alegremente:

-¡Sí, quiero!

Finalmente se celebra la boda en Tokio, con Estela Plateada como testigo, y con una escolta y protección cortesía de Nick Furia y su agencia, S. H. I. E. L. D. Al acto se pudieron ver a gente como el CAPITÁN AMÉRICA, IRON MAN, THOR, al Profesor Charles Xavier y una representación de sus"jóvenes talentos", Alicia Masters acompañada de Ben, médicos retirados como el Dr. Stephen Extraño, fotógrafos freelance como Peter Parker, abogados como Matt Murdock, y a dos vejetes que se habían colado de gorra: uno, llamado Stan, que se encargaba de servir los cafés, y otro llamado Jack, que cobraba 4 $ por cada caricatura que hacía de los invitados al evento, las cuales, son bastante buenas.

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